Sueño del 30/07/11

Estaba en casa, como apurada, mi madre afligida y no sabía por qué… me acerco a preguntarle y me dice que prepare mis cosas porque me compro un pasaje para un campamento de una iglesia evangélica. Veo que señala a través del mostrador donde me encuentro con la mirada de un hombre alto, grande, morocho y fornido.

Hombre/grande/morocho y fornido: Dale MD! En realidad son dos pasajes. Tenes que ir a salta primero y de ahí tomas otro colectivo hacia el campamento.

MD (anonada): Eh… a salta? Pero para! No quiero ir, pensaba salir a andar en bicicleta.

Hombre/grande/morocho y fornido: Bueno yo me tengo que ir antes, decidí que vas a hacer, ya sabes que tu madre te compro los pasajes.

Bueno el hombre se fue, mi madre me miro de forma insistente y comenzó a parlotear que le agradaría que yo fuera, que me iba a hacer bien. La cuestión es que insisti en que no podía, por que mas allá de la bicicleta, tenía otros planes. Paso el rato, yo estaba no sé donde, llego mi padre (entre comillas) y me dijo que había venido un abogado con unos papeles de embargar la casa por unos pasajes que saco mi mama. Voy hacia donde ellos estaban y me encuentro con lo anunciado. Bueno, sentí que no había opción, tendría que ir a salta. Pero yo insistí en llevar mi bicicleta.
Llego al salta, en lo que bajo del colectivo veo que mi bicicleta no tenia ruedas (en la realidad no tiene ruedas) entonces no me pareció raro. Bajo, me voy caminando hasta cierta dirección y me encuentro con un montón de gente conocida. Entre ellos, las chicas de futbol.

A lo lejos me gritan:

RB: MdI!!!!! Veniiii, ¿Qué haces por acá?

Md (anonada): Eh… tengo que ir a un retiro espiritual, algo de evangelistas una cosa así. Ustedes que hacen acá?

RB: nada! Jugando a la rayuela, algunos a la piyadita. Eh! Quédate con nosotros!! Estamos por ir a caminar para ahí atrás (señalando entre un pasaje en el olvido, hacia una fábrica antigua y cerrada)

Md (anonada): mm, bueno, vamos a ver qué onda porque me da curiosidad, pero en 15 minutos me voy a tomar el otro colectivo, no tengo que llegar tarde.

En eso, caminamos todos y todas… éramos muchos, todos conocidos en distintas facetas de mi (real) vida. Llegamos a la fábrica, hacia la parte de atrás donde ya no había más calle, solo descampado y trenes oxidados. Sentía algo de nostalgia, a no sé qué… algo de mi infancia se ocultaba entre los yuyos y la maquinaria. Cuando miró hacia el final de la fabrica a una distancia de una cuadra veo a MNinguno como discutiendo con FADRED. Me sorprendí, jamás creí que las encontraría juntas de nuevo en esa situación… Quisimos no acercarnos ya que yo sabía que mi presencia no iba a ser de agrado. MIRO LA HORA! Ya habían pasado como 3. Sentí culpa. Algo pesado en el pecho, sentía decepción. RB Se acerca y me dice:

RB: Que te pasó md? Porque tenes esa cara?

Md (anonada y decepcionada): tenía que viajar!!! Ahora que voy a hacer? No tengo plata! Y no me puedo volver a Tucumán. Aparte si yo no asistía embargaban todo en mi casa. Que me paso? Como se paso el tiempo asi?

RB: Bueno md! No te preocupes, te quedas acá, en la casa de SHUARTS y juntamos para el pasaje y cuando vuelvas le decís que si fuiste al camp.

Bueno… me pareció la idea más factible y alentadora en ese momento… al rato todo se dispusieron a hacer juegos de mesa en la casa de no se quién. Nos bajamos por unas escaleras para llegar hacia la calle… cuando al final de la fábrica de la parte de enfrente veo a Mninguno de los pelos con Aleee. No podía permitir esa situación, corrí a separarlas a pesar de que me insistían quienes estaban conmigo que no lo hiciera. Cuando llego, Mninguno me vio, pego la vuelta, tiro una señal a FADRED quien al toque se me vino encima… me concentre, y como fuerza única (solo existente en sueños) al estilo más representado del muay thai levante la rodilla hasta tocar su costilla, abajo del seno. Ella se hizo hacia atrás y se toco al momento del impacto. Corrí, no quería pelear… sentía que si lo hacía era capaz de matarla… y era absurdo pues, yo no sentía odio ni nada parecido, solo me defendí.
Nos fuimos rápido todos, nos escabullimos por los autos y la arboleda acompañada al ritmo del adoquín…. En el transcurso, había en las calles mucha ropa tirada, ví que algunas prendas eran realmente mías, tmb zapatos y zapatillas… todos de una sola pieza impar. Temí de duendes (tal vez por lo impar, lo desaparecido y la fama de la provincia) A todo esto, llevaba encima, como podía mi bicicleta sin ruedas. Era mucho más, pero esto es lo que recuerdo ahora…