Hace mucho que no pinto, que no agarro un pincel con desesperación, como si fuera una vara donde solo desde ahí puedo soltar la magia que me quema por dentro. Me di cuenta de algo interesante y debo retractarme. ‘’Sí, tengo algo de obsesiva’’.
Lo había acomodado todo. El asiento ideal para sentirme cómoda, algo bien esponjoso para mi trasero que mas bien no es la manzana perfecta (tampoco así). Había tomado un vaso de agua y después servirme en la misma taza el agua donde iba a mojar los pinceles. Me cambie de abrigo, hacia frio, pero sentí que si me abrigaba mucho me iba a poner histérica, entonces busque algo liviano, me fui hasta la chimenea y calenté el cuerpo y la ropa para no tener que emponcharme. Acomodé bien el área. Los acrílicos del lado izq, los pinceles tmb, el vaso de agua hacia la derecha y el platillo para mezclar los colores en el medio del atril. Me sentí…. ,Algo no encajaba. Estaba incomoda! Y no pude entender ya que había puesto todo tal cual lo hice siempre. Que pasaba? Sentía escalofríos… me hacia un poco de frio. No pude con ello, no podía soportar el sentir un pequeño hilo de frío que me bajaba por la espalda. Descoloco mis ideas, desoriento mi imaginación. Perturbaba todo el clima que intentaba lograr. ¿Sera que no tenía ganas de pintar? Porque de última no debería importarme. Aparte era claro que estaba preocupada porque hacía mucho que pintaba ¿será que si no estoy 100% cómoda no puedo desarrollarme en mi completa totalidad? También existían un par de ruidos fueras del cuarto…. Ahí estaban, como cuchillos en mis oídos, o chinches bajo mis desnudos pies. Entre el leve frío y esos ruidos ajenos hicieron temblar mis manos. Lo intente, apoye el pincel embebido de color sobre el lienzo…. No había chispa, no existía coordinación. Yo ya sabía desde un principio que iba a ser cualquier cosa. No había caso... la obsesión era nada, los pinceles y acrílicos de un lado, el almohadón debajo de mi no hacían nada, era un completo ritual absurdo que tuve siempre…y al mismísimo pedo. Lo que yo realmente necesito para pintar es un sonido profundo, un silencio abrumador, un vacío en el espacio, un paro del tiempo que controla el tiempo. Un absoluto camino donde me lleve a mi propio encuentro. Algo llamado: ARMONIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario